¿Podemos planificar una carrera en un tiempo determinado? Sí.
¿Podemos lograr que en ese domingo tan esperado no llueva, nieve o sea ultra caluroso? Nunca.
A partir de estas dos preguntas y respuestas escribo estas líneas.
Muchas veces soñamos con la carrera perfecta (clima perfecto, estado físico ideal, descanso acorde a la competencia) pero sin embargo, muy pocas veces se alinean los planetas. Existen variables que tenemos al alcance de la mano, como la alimentación y quizá incluso el descanso, pero hay otras que se escapan de nuestras manos. Un ejemplo de algo que no podemos manejar es el clima.
Correr con 99% de humedad en invierno, como lo hicieron los corredores en la última Maratón de Rosario, no es común y eso escapa a toda planificación. En este caso, hay que ser inteligente y pensar en hidratar los días previos MUCHO y pensar un plan acorde al clima. Lo mismo pasa si llueve; las carreras no se suspenden por lluvia y es por eso que tenemos que pensar que puede pasar y debemos estar preparados en caso de que surja.
Lo ideal: siempre tener un plan A, B, C y D. El tiempo que soñamos, el tiempo que pensamos que es probable, salvar las ropas e incluso saber cuándo la carrera te pide abandonar. Abandonar SÍ es una posibilidad en caso de lesión (y siempre vale recordarlo).
En tiempos de maratón, lo impredecible y lo que podemos preveer toman relevancia y está en nosotros entender qué podemos cambiar y qué debemos aceptar (sin volvernos locos, por favor).
D
Corredor. 17 veces finisher en Maratón. Mejor tiempo 2:59. Lector enfermo de todo lo que sea running, curioso y siempre con ganas de aprender. Letra y podcast en Running Blog.