Hace ya cuatro años que entreno “en serio” y hace más de 10 que suelo tener el hábito de salir a correr. Con más o menos intensidad pero con la idea al menos. Si algo me ha enseñado correr es que cada entrenamiento es diferente y único,y es por eso que uno debe agradecer por tener ese momento de soledad con uno mismo.
Suelo correr para pensar o para relajar pero sé que hay corredores que lo usan para cerrar pensamientos, ideas, fluir. Muchas veces entrenamos carácter en los fondos de 2 hs y otras veces entrenamos velocidad en las pasadas. Pero siempre entrenamos “cabeza”. Cuando digo “cabeza” me refiero a forjar y endurecer el espíritu. Cuando el dolor aparece en una carrera, son los entrenamientos los que te permiten seguir.
Somos muy afortunados los corredores y es por eso que agradezco cada entrenamiento. Agradezco los entrenamientos en grupo y la camarederia. Agradezco los entrenamientos de noche porque permiten cerrar bien lo que pudo haber sido un dia horrible. Agradezco los entrenamientos de madrugada porque las calles son mias. Agradezco los entrenamientos con lluvia porque son mi fuente de energía. Agradezco los entrenamientos con calor porque puedo sentirme libre. Agradezco los entrenamientos largos y dolorosos porque el dolor me vuelve frágil y humilde.
Agradezco cada entrenamiento porque me hace sentir mejor.
Corredor. 17 veces finisher en Maratón. Mejor tiempo 2:59. Lector enfermo de todo lo que sea running, curioso y siempre con ganas de aprender. Letra y podcast en Running Blog.