Hasta hace algunos años lo más común era correr un par de carreras de 10k y, con suerte, una o dos carreras de 21k COMO MUCHO. Las maratones (cuando hablo de maratones, me refiero a los 42.195 metros) eran sólo para aquellos héroes, esos hombres que se animaban a todo. Las maratones eran para los realmente preparados para esa distancia.
Hoy en día todo ha cambiado: “correr 21k” parece ser el nuevo “correr un 10k”.
¿Por qué sucede esto? En un calendario cada vez más invadido de “medias”, es imposible ya encontrar una de 10 km (ni hablar de un 8k o 6k). Por presión de los sponsors, porque es una distancia larga pero no agotadora como los 42k, entre otras cosas. Ojo! También las marcas juegan su parte, vendiendo que siempre se puede más y que hay que desafiar tus límites…y sabes qué? No es necesario desafiar tus límites. Es necesario prepararse para una distancia, a conciencia y con planificación. Vivir la falsa ilusión del YO PUEDO nos puede llevar a una desilusión enorme si los resultados no se dan. Y no hablamos sólo de resultados: el físico tiene sus tiempos y sus límites. Forzar la máquina, (en este mundo donde trabajamos 10 hs, tenemos una familia y amigos con los que juntarnos a veces) es la peor arma.
Correr 21k como si fuera un 10k, con la inconsciencia del SÍ PUEDO y muy poco entrenamiento, es un enorme y cada vez más frecuente error.
Volvamos a pensar que 21k no es un paseo más y preparemos a conciencia nuestras carreras
Corredor. 17 veces finisher en Maratón. Mejor tiempo 2:59. Lector enfermo de todo lo que sea running, curioso y siempre con ganas de aprender. Letra y podcast en Running Blog.